Lo ideal es llevarlos cuanto antes(a partir de los 4 años) ya que las malposiciones de los huesos y los dientes empiezan manifestarse a temprana edad. Desde muy pequeños se pueden detectar hábitos perjudiciales para el desarrollo del niño y suprimir estos hábitos para que no afecten negativamente al crecimiento del niño y a la posición de sus huesos o dientes.
La principal ventaja de ir viendo al niño desde una edad precoz es que podemos actuar durante su crecimiento y tendremos mayores probabilidades de alcanzar los objetivos ideales. Los tratamientos son más fáciles y los resultados mucho mejores.
Durante el periodo que abarca la niñez y la adolescencia, de los 6 a los 14 años, es cuando la mayoría de pacientes reciben el tratamiento de ortodoncia, en función de la erupción dentaria y del crecimiento delmaxilar y la mandíbula, cuyos defectos requieren de una corrección inmediata.
Es necesario que el especialista en ortodoncia vigile al niño desde muy pequeño para detectar cualquier problema de dientes o de huesos cuanto antes y poder valorar el momento idóneo para su corrección.